Para los teóricos de la Ley de la Atracción, forma parte de un sistema más amplio de Creación, siendo un proceso que integra la experiencia vital de todas las personas, incluso las que no son conscientes de su existencia.
Todo lo que ocurre en nuestra vida, ya sea positivo o negativo, está determinado por un conjunto de fuerzas que, sencillamente, se pueden resumir en el principio de que "atraemos todo lo que nos ocurre". En todo momento, la mente mueve las energías, materializándolas en una determinada dirección y produciendo efectos reales.
Índice
La ley de Atracción, los Sentimientos y los Deseos
A lo largo de nuestra vida, deseamos varias cosas y nos formulamos múltiples objetivos. Algunas las podemos conseguir, otras no. Sin embargo, aunque lleguemos a la conclusión de que nuestro deseo es demasiado ambicioso para ser cumplido, que no tenemos los medios para lograrlo, nuestro deseo original no se desvanece.
El funcionamiento de la Ley de la Atracción responde no sólo a lo que se desea, sino, sobre todo, al sentimiento que alimenta ese objetivo. Lo que deseamos, también puede ser para alejar algo que tememos o que nos perjudica, además de las diversas elecciones que hacemos inconscientemente. A veces, saber qué elegir no es una tarea fácil. La incertidumbre, el miedo al cambio y las inseguridades personales nos hacen pensar, consciente o inconscientemente, en diferentes escenarios al mismo tiempo.
La Ley de la Atracción formula que los pensamientos -sean o no conscientes- dictan la realidad de la vida de las personas, incluso cuando no son conscientes de ello. Así que, cuando desees realmente algo y creas que es posible, tu deseo se hará realidad. Sin embargo, también se manifiesta lo contrario. Es decir, si ponemos demasiada atención y energía emocional en algo que no queremos, también lo recibiremos.
Por ejemplo, si alguien quiere comprar algo, puede empezar a pensar en las implicaciones de ello. Qué costes podría suponer, a qué tendrían que renunciar para conseguirlo y los riesgos que conlleva.
Si la persona siente que está "dando un paso más largo de lo que su pierna permite", si no cree en la posibilidad de realización, está haciendo una elección diferente de la que quería inicialmente. En consecuencia, será la decisión de no comprar la que se materialice, independientemente de que la persona renuncie o no al deseo original.
En la Ley de la Atracción, lo que realmente importa es la emoción que surgió en el momento en que enviamos nuestro deseo al Universo. En este ejemplo, la sensación de incapacidad para adquirir lo que querías. La persona puede sentirse frustrada y no creer que podrá comprar lo que desea, y para ello trabajarán las fuerzas del Universo.
Cambia tu Forma de Pensar
Para los defensores de la Ley de la Atracción, esto se manifiesta en todos los aspectos de la vida. Desde los deseos más pequeños y fugaces hasta los grandes objetivos de logro. Todo lo que implica una gran carga emocional genera energía.
Sin embargo, esta ley no funciona sólo porque desees mucho algo. Tienes que ser consciente de lo que piensas. Si nos centramos en lo que no tenemos, en las dificultades, y no en lo que deseamos y en lo que creemos que tenemos el potencial de conseguir, el poder de la Ley de la Atracción no se activa.
Las fuerzas del Universo sólo responden afirmativamente a lo que se les pide. Las energías cósmicas están atentas a lo que sentimos, y si lo que sentimos es frustración, recibiremos aún más frustración. Si uno desea recibir más amor, el Universo reconoce un sentimiento de necesidad y le devolverá más necesidad, ya que los pensamientos tienen una energía que atrae energías similares.
Utilizar la Ley de la Atracción para Conseguir lo que Deseas
Cuando quieras utilizar la Ley de la Atracción, recuerda que todos los deseos deben formularse con un "Yo" al principio. Lo que viene a continuación desencadena las fuerzas que se materializarán. Sé plenamente consciente de lo que deseas y pides. Si te centras en las emociones positivas o negativas, porque eso es lo que atraerás de vuelta.
Los pensamientos poseen una energía que atrae energías similares. Pensar en lo que no tenemos, se manifiesta en no tener.
Incluso cuando parece que todo se desmorona a tu alrededor, mantenerse positivo y creer que la fase negativa está pasando, ser capaz de centrarse en el lado bueno de la vida, es fundamental para dirigir las energías del pensamiento en la dirección correcta. Esto significa que no basta con pensar en positivo cuando se formula un deseo; ser optimista debe ser una actitud constante ante la vida.
Para controlar la Ley de la Atracción, debes observar cuatro principios:
- Conoce muy bien lo que quieres.
- Piensa en lo que quieres con convicción.
- Siente y compórtate como si lo que deseas ya estuviera en camino.
- Estate abierto a recibirla.
Para que la Ley de la Atracción trabaje a nuestro favor, tenemos que reprogramar nuestra mente y cambiar nuestra forma de pensar. Pensar en lo que no tenemos, se manifiesta en no tener. Por otro lado, tener una actitud optimista ante la vida y valorar lo que ya hemos conseguido puede ser la base para alcanzar grandes logros, algunos de los cuales creíamos imposibles.