El Árbol de la Vida ha sido un símbolo sagrado venerado por varias creencias y culturas a lo largo de los milenios. Hoy en día, se volvió un amuleto de protección extremadamente poderoso y popular. Desde la antigüedad los pueblos primitivos sentían la necesidad de atribuir capacidades sobrenaturales a la Naturaleza y encontraban, allí, el poder de la sanación y las respuestas que procuraban para los misterios de la vida.
El significado de la vida y la muerte ha creado muchas leyendas y mitos, en diversas culturas y pueblos, donde la longevidad y la inmortalidad han ganado contornos místicos y espirituales. La vida eterna podría ser alcanzada a través de los frutos del Árbol de la Vida, esa creación sagrada y poderosa que prometía la vida después de la muerte. Esta creencia, concedía la esperanza en la vida eterna, en un jardín idílico, donde había solo luz, salud, alegría y seres queridos. Era la vida en total armonía. El hombre en unísono con lo Divino.
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La Simbología del Árbol de la Vida
El Árbol de la Vida puede representar las distintas fases de la vida humana. Las raíces se esparcen y alimentan de los nutrientes del suelo donde se sostienen y fortalecen. Las ramas crecen en dirección a la luz caliente y fértil del Sol, ese astro venerado por numerosas culturas, que genera y alimenta todas las formas de vida.
Pero, los árboles, también son un símbolo de fuerza y resiliencia. Son fuertes, pero a la vez, flexibles. Sus ramas ondean al sabor de los vientos, pero no se quiebran frente a cualquier tempestad. Es necesaria la violencia extrema para derrumbarlos. Firmemente enterrados en el suelo, crecen, florecen y dan frutos que alimentan.
Esta alegoría se refleja en la vida del Hombre. También las personas crean sus raíces y atraviesan tormentas. También ellas dan frutos y crean su descendencia. Siembran la tierra, cosechan sus frutos, se alimentan y cuidan unos a otros. Tal como el Árbol de la Vida, la persona logra agarrarse a la esperanza y a la fe y continua adelante, superando todas las dificultades. A cada paso, a cada piedra alejada del camino, la persona evoluciona espiritualmente. Se vuelve un ser más consciente, pleno y sabio. Evoluciona y se aproxima a un estado de vida superior.
El Árbol de la Vida simboliza la unión entre la Tierra y el Sol. Se cree que protege la salud y da suerte, siendo un talismán asociado a la vida eterna y a la longevidad.
El Árbol de la Vida en las Diferentes Culturas
De acuerdo con la Biblia cristiana, el Árbol de la Vida es uno de los dos árboles que Dios plantó en el Jardín del Edén. El otro, sería el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, cuyo fruto prohibido causaría la tentación y consecuente expulsión de Adán y Eva del Paraíso.
Según la tradición cristiana, los frutos de esta Árbol prometían la inmortalidad. Sin embargo, Dios prohibió a Adán y Eva probarlos. No siendo capaces de resistir la tentación de la serpiente, los amantes acabaron por ser expulsados del Jardín del Edén y perdieron el derecho a la vida eterna.
También la cultura Persa creía en el poder inmortal de este Árbol. Ya la tradición china refiere siete Árboles maravillosos. Uno de ellos, el Árbol de Jade, también producía un fruto que sería la fuente de la inmortalidad.
En Europa, la cultura popular ancestral de los pueblos Nórdicos atribuía a las raíces del Árbol de la Vida el poder de la sabiduría y el conocimiento. Este árbol sagrado también se menciona en la Cábala Judía, donde, en el centro de esa tradición, están las Diez Sefirot. Este sistema, también se conoce como el Árbol de la Vida, y busca explicar los orígenes del Universo.
Usar El Árbol de la Vida como Protección en el día a día
El Árbol de la Vida es, hoy en día, usado como amuleto y como adorno personal. En collares, pulseras, anillos, entre otros, este es un símbolo muy popular y considerado un amuleto de protección.
A este símbolo se le atribuye dar suerte y promover la salud. A semejanza con otros amuletos u objetos considerados espiritualmente especiales, este es uno que puede dar el valor necesario para seguir adelante, para tomar una decisión difícil o para mantener la fe en momentos en los que nos sentimos más frágiles o sometidos a prueba.
Pero, usar el Árbol de la Vida también es una forma de conectarnos a la Tierra y al mundo natural. Este símbolo de la vida eterna y de la longevidad representa la gratitud por todas las cosas vivas y por todas las gracias que recibimos cada día.
